Santo Domingo. -Uno construyó un voluminoso expediente que debe de llevarlo sin problemas en la primera boleta al Salón de la Fama cinco años después de su retiro, pero el otro ha sido un trotamundos con carrera más discreta.
El venezolano Miguel Cabrera y el mexicano Oliver Pérez jugarán desde este viernes por quinta vez en fila en el Clásico Mundial de Béisbol. Son los únicos que lo conseguirán, aunque no los únicos sobrevivientes de la primera versión, en 2006.
También jugaron esa edición y vuelven para esta el zurdo canadiense Adam Lowen (no había regresado) y los derechos holandeses Jair Jurrjens (no estuvo ni 2013 ni en 2009) y Shairon Martis (que solo se perdió la de 2009).
Son los únicos sobrevivientes de esa primera edición, celebrada en 2006 y esta vez puede ser su última.
Entonces, ya Cabrera gozaba del estatus de estrella, con solo 22 años acuñaba dos viajes al All-Star en sus primeros tres cursos, tenía un anillo de Serie Mundial y su línea ofensiva la frisaba en .300/.366/.532 con una media de 153 imparables, 26 jonrones y 97 remolcadas.
Se trataba del trailer de la carrera de Hollywood que protagonizaría el de Maracaibo, que hoy lo tiene en el selecto club de los 3,000 imparables, 600 dobles, 500 jonrones, 1,800 remolcadas y un promedio de bateo de .308 en 20 cursos.
Miggy es el único del trío que ha sido titular en cada partido del Clásico que ha jugado (23), con 21 imparables en 84 turnos, incluyendo seis cuadrangulares, cinco dobles, ha remolcado 15 vueltas y anotada 13. La semifinal que alcanzaron en 2009 fue el mejor desempeño colectivo de los bolivarianos, con los dominicanos dejándolo en el camino tanto en 2006 como en 2017.
Hoy con 39 años, Cabrera ha anunciado que 2023 será su último año en las Grandes Ligas.
El resto que vuelve
Pérez, un zurdo que logró una campaña de 15 triunfos en 2007 para los Mets en su punto más alto, era entonces una promesa de 23 años que venía de una campaña discreta con los Piratas, pero que prometía un mundo.
Su hoja de por vida presenta 1,495 entradas de labor con foja de 74-94, 4.37 de efectividad y 1,546 ponches con ocho equipos del Big Show, que incluyó perderse el curso 2011.
En nueve partidos en el torneo presenta foja de 0-1, 4.61 con 13.2 entradas de trabajo y 11 ponches.
Lowen nunca ha tirado a nivel de Grandes Ligas, mientras que Jurrjens y Martis tuvieron pasos breves.