Por: Edward Victoria
El Grado de Inversión es una medida otorgada por agencias de calificación crediticia como Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s (S&P). Esta calificación refleja la solidez financiera y la capacidad de un país para cumplir con sus compromisos financieros. En América Latina, solo México, Uruguay, Chile y Perú ostentan este distintivo; y algunos otros pocos países que se encuentran entre los más desarrollados y avanzados del mundo.
Para alcanzar el Grado de Inversión, es fundamental que las finanzas públicas estén saneadas. Esto implica eliminar nuestro histórico déficit fiscal y crear un colchón financiero para hacer frente a las inmensas pérdidas económicas de imprevistos, como pandemias, crisis económicas globales, conflictos internacionales, y los cada vez mas frecuentes y extremos eventos climatológicos.
La República Dominicana presenta una presión fiscal, (cantidad de impuesto recaudado entre el PIB), relativamente baja en comparación con el promedio de América Latina y el Caribe (13.9% frente al 21.5%). Por lo tanto, se hace indispensable implementar una reforma fiscal integral acompañada de un gasto público eficiente y de calidad.
En este momento tenemos una gran oportunidad para aprovechar el consenso existente en todos los sectores sobre la necesidad de dicha reforma. Respaldar y acompañar los esfuerzos del gobierno dominicano en este sentido es crucial para alcanzar el objetivo del Grado de Inversión.
Las ventajas para los países que logran esta calificación:
1. Menor costo de endeudamiento: Un país con calificación sólida puede acceder a préstamos internacionales a tasas de interés más bajas. Esto reduce la carga financiera y permite financiar proyectos importantes.
2. Mayor confianza de los inversores: Los inversionistas ven a estos países como menos riesgosos y más estables. Esto atrae flujos de inversión extranjera directa, estimula el crecimiento económico y la creación de empleos de calidad.
3. Mayor acceso a capitales: Tanto empresas como el gobierno pueden obtener financiamiento más fácilmente para expandirse, invertir en infraestructura y desarrollar proyectos estratégicos.
4. Estabilidad económica y política: El Grado de Inversión refleja una gestión económica responsable y políticas sólidas. Esto fomenta la confianza en el país y su capacidad para cumplir con sus compromisos financieros.
5. Mejora en la imagen internacional: Una calificación positiva aumenta la reputación del país a nivel global, atrayendo turismo, comercio y relaciones comerciales más sólidas.
El Grado de Inversión es un sello de aprobación que beneficia a los países en múltiples aspectos, desde la economía hasta la percepción internacional. Lograrlo sería un gran paso para llevar a nuestro país a formar parte del concierto internacional de naciones mas desarrolladas y un legado importante para las presentes y futuras generaciones.