El "sueño" de la vicepresidenta Raquel Peña agita el panorama del PRM
Política

El "sueño" de la vicepresidenta Raquel Peña agita el panorama del PRM

La vicepresidenta Raquel Peña reveló el viernes pasado en Santiago que sueña con subir las escalinatas del Palacio Nacional como presidenta de la República Dominicana.

Lo hizo en el marco de su exposición titulada "Mujeres Líderes Impulsando Economías Sostenibles", durante el Desayuno-Conferencia Empresarial Manuel Arsenio Ureña, organizado por la Fundación Arquidiocesana Santiago Apóstol (FASA).

Tras su disertación, Peña aclaró que, aunque tiene aspiraciones personales, su prioridad actual es contribuir al fortalecimiento de la gestión de Gobierno encabezada por el presidente Luis Abinader.

"Eso no se descarta, por supuesto, que nosotros tengamos ese sueño. Pero ahora lo que hay es que trabajar para hacer un buen Gobierno, porque el país nos eligió y ese es el compromiso que tenemos", afirmó la vicemandataria.

En su intervención, explicó que el propósito fundamental de la actual administración es mejorar la calidad de vida de todos los dominicanos y promover un crecimiento sostenible que permita alcanzar un desarrollo verdadero e inclusivo.

Durante su conferencia, Peña destacó los esfuerzos del Estado dominicano por implementar políticas públicas que fortalezcan y promuevan el liderazgo femenino en todos los sectores productivos de la economía. Señaló que la educación es el motor clave para una mayor participación de las mujeres en la vida económica y social del país.

"Hoy, las mujeres representan el 65 % de la matrícula en las universidades dominicanas, lo que se refleja directamente en una creciente presencia femenina en el mercado laboral", subrayó.

Un estilo discreto y eficiente

Desde su llegada a la vicepresidencia en 2020, Raquel Peña ha sido percibida como una funcionaria de bajo perfil mediático, pero de alta eficacia en la gestión pública.

Su estilo es sobrio, caracterizado por la discreción y el enfoque gerencial, lo que le ha permitido ganarse el respeto de diversos sectores políticos, empresariales y sociales.

Peña asumió un rol determinante en la gestión de la pandemia de COVID-19, liderando el Gabinete de Salud y la coordinación del proceso de vacunación masiva, lo que consolidó su imagen como una administradora capaz y pragmática, centrada en la búsqueda de resultados más que en el protagonismo político.

Dentro del PRM y del propio Gobierno, es vista como una figura de estabilidad y confianza. Sus colaboradores destacan su capacidad de diálogo y su habilidad para manejar temas complejos sin estridencias.

Sin embargo, para algunos críticos, le falta carisma político y una conexión más directa con las bases del partido y el electorado popular, aspectos fundamentales si aspira a dar el salto hacia una candidatura presidencial.

La competencia se intensifica

La irrupción de Raquel Peña en la lucha interna por la candidatura presidencial incrementa no solo la competencia, sino también las tensiones dentro de la organización oficialista. 

Su posible participación abre un escenario complejo: al tratarse de la actual vicepresidenta y una de las figuras más cercanas al presidente Luis Abinader, su postulación sería vista de inmediato como la apuesta del oficialismo y, para muchos, como la continuación del actual modelo de gestión.  

De lanzarse abiertamente a la contienda, Peña abriría una auténtica caja de Pandora, ya que tendría ventajas sobre otros aspirantes que no cuentan con el respaldo de la maquinaria gubernamental ni con la proyección institucional que ella posee.

Algunos observadores sugieren que su candidatura podría restarle legitimidad al proceso interno si no se percibe como una competencia equitativa.

Por otro lado, su eventual postulación impactaría de manera directa en las aspiraciones de la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía

La relación cercana que Peña mantiene con la familia Mejía añade un elemento delicado: competir por la candidatura podría restarle fuerza política a la hija del expresidente Hipólito Mejía, quien también se perfila como una de las principales contendientes dentro del PRM.

Los apoyos

En la batalla interna, jugará un papel importante la orientación del apoyo del presidente Luis Abinader, sea manifiesto o implícito. Esto se notará en el comportamiento del mandatario y de sus estructuras políticas en los próximos meses y años.

"Descarto un pronunciamiento abierto del presidente, más bien, ha de ser un pronunciamiento tácito, y eso se puede medir a través de procurar indicadores del comportamiento del propio presidente en los próximos meses", indica el politólogo Freddy Ángel Castro.  

Detrás de Carolina Mejía estaría la corriente que sigue el expresidente Hipólito Mejía, su padre, mientras que a Collado se le ha vinculado a sectores económicos poderosos.

Del lado de Peña, "los sectores económicos y empresariales de Santiago y una parte de la iglesia la vienen acompañando y ven en ella la expresión de sus intereses políticos y estratégicos", a juicio de Castro. Cree que Abinader, en lo personal, se siente más cómodo con Peña.

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