Según datos de la Organización Mundial de la Salud, alrededor de un tercio de las muertes por cáncer se debe a factores conductuales y dietéticos.
Para ser claros: no existe alimento que pueda prevenir el cáncer, tampoco alguno que lo provoque. Sin embargo, una dieta y un estilo de vida saludables pueden contribuir en gran medida a reducir el riesgo de padecer algunos de los cánceres más frecuentes, de acuerdo con especialistas de Cleveland Clinic.
Joseph Dowdell, dietista oncológico de Cleveland Clinic, señala: “La genética y otros problemas de salud también pueden influir en la prevalencia del cáncer, pero suelen estar más fuera de nuestro control. Lo que puedes controlar más fácilmente son los alimentos que eliges para alimentarte”.
El especialista ofrece siete consejos para controlar el peso y reducir el riesgo de cáncer:
1- Más frutas y verduras
Intente comer al menos tres colores diferentes de frutas y verduras al día. Por ejemplo, añadir en un plato tomates, zanahorias, piña, lechuga, arándanos, etcétera.
2- Menos azúcar
Cuando se trata del cáncer, algunos consideran el azúcar como el enemigo público número uno, ya que el azúcar alimenta todas nuestras células, pero no todos los azúcares son iguales.
3- Suplementos de vitamina D
Los niveles bajos de vitamina D se asocian a un mayor riesgo de cáncer de mama, colon y próstata. Pocos alimentos tienen un alto contenido natural de vitamina D. Verifique cuáles tienen esta vitamina.
4- Comer fibras
Los alimentos ricos en fibra te hacen sentir saciado durante más tiempo, evitando que busques un tentempié 10 minutos después de terminar de comer.
5- Menos alcohol
Las personas que consumen altos niveles de cerveza también tienen un mayor riesgo de cáncer de recto.
6- Reducir la sal
Los estudios muestran un alto nivel de conexión entre los cánceres de estómago y el consumo elevado de alimentos salados.
7- Reducir las grasas
Minimizar la ingesta diaria de grasas a, idealmente, 25 o 30 gramos, para mantener su peso a raya.